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De sobra es sabido que los coches necesitan una revisión periódica para poner a punto todos los posibles contratiempos. Si a esto le sumas la temporada estival, donde los desplazamientos por carretera se multiplican por cientos, la necesidad de tomar precauciones se convierte en una obligación moral.

Cómo poner a punto nuestro coche en verano

Vamos a dar unas recomendaciones básicas que hay que seguir para que nada arruine tus vacaciones:

– Revisión y mantenimiento. Tanto si nuestro viaje conlleva un extenso kilometraje, como si el automovil en el que vamos a desplazarnos ya tiene una edad considerable (al margen de los kilómetros que vayamos a recorrer), una revisión nunca está de más. Amortiguadores, batería, ruedas y frenos, líquidos, niveles de aceite y limpiaparabrisas serán los principales elementos para tener en cuenta.

– Comprobar que todas las luces, de posición, emergencia, cortas y largas, funcionan correctamente; las cuatro ruedas, así como la de emergencia y todos los complementos necesarios para una posible sustitución se encuentran en su sitio. El desgaste y la presión de los neumáticos hay que tratarlo con suma importancia, debido a que el vehículo va a soportar una carga extra de equipaje, a la que no está acostumbrado.

– Climatización de los coches. Nadie está dispuesto a aguantar las altas temperaturas de los veranos en nuestro país con un sistema de refrigeración insuficiente.

– La documentación de nuestro vehículo deberá estar al día.

– Dispositivos obligatorios para cualquier imprevisto: triángulos de señalización, chaleco reflectante o rueda de recambio.

Recomendaciones adicionales

Como recomendaciones adicionales podemos añadirle carga indispensable de las baterías de los móviles, llevar agua suficiente para hidratarnos, botiquín de primeros auxilios, ropa y calzado cómodos o gafas de sol, entre otros.

Nada de esto es trivial. Cuanto más preparados salgamos de casa, mayores serán las posibilidades de que nuestros viajes se conviertan en un éxito rotundo.

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