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Seguro que ya has reflexionado alguna vez sobre la importancia de los smartphones en nuestra vida. Y eso, no disminuye mientras conducimos. Estás al volante, el teléfono suena y, pese a los esfuerzos que haces por educar a tu mente y no cogerlo, caes en la tentación y le echas un vistazo rápido, provocando una evidente situación de peligro que puede desembocar en un accidente. ¿Cómo podría evitarse?

Con la evolución de la tecnología, surgen opciones que buscan facilitar el uso de los smartphones de una forma más inteligente y segura cuando conduces. Se trata de opciones interesantes que, sin embargo, nunca darán mejor resultado que esforzarse por educar al conductor, mostrando que cuando se está al volante la atención no debe alejarse de la carretera.

Smartphones al volante: ¿conviene educar para evitar este peligro?

Aunque los teléfonos se adaptan más y mejor, existiendo manos libres, dispositivos Bluetooth de manejo por comandos de voz, ordenadores y demás, los accidentes siguen produciéndose. El peligro es real y los accidentes siguen produciéndose. ¿Es posible compatibilizar el mundo de la tecnología con el de las cuatro ruedas?

Considerando la antigüedad del parque automovilístico español, y con la tendencia creciente a comprar vehículos de segunda mano, la realidad es que resulta muy difícil confiar en esta opción. Los coches todavía necesitan mejorar sus funciones de control remoto y por voz para poder combinar todo lo que los teléfonos inteligentes pueden aportar al conductor en la carretera.

Por ello, racionalizar el uso de smartphones al volante es la mejor forma de evitar el peligro. También es recomendable esforzarse por educar a los conductores para que no revisen su correo ni miren sus mensajes mientras conducen, ya que, por el momento, no existe una manera productiva de conjugar la conducción con los móviles. No obstante, la tecnología evoluciona rápido: ¿quién sabe si algún día esto será posible?